La importancia de entender las diferencias que existen entre los huesos de los niños y adultos, son la base del adecuado diagnóstico y tratamiento de las fracturas en la población pediátrica.
Sus características biomecánicas, elementos anatómicos y metabolismo óseo juegan un papel importante en el adecuado tratamiento de las lesiones traumáticas en la población pediátrica.
Soy el Dr. Alejandro Dabaghi, especialista en ortopedia pediátrica en CDMX, y me dedico a diagnosticar y tratar afecciones músculo-esqueléticas en niños y adolescentes.
Decidí escribir esta guía, ya que las fracturas en este tipo de pacientes, es uno de los motivos de consulta que más recibo en mi consultorio.
A continuación, desarrollaré cada uno de esos puntos, para que comprendas detalladamente qué pasa cuando un niño se fractura.
Fracturas en niños: huesos en constante crecimiento
La pérdida de continuidad de la estructura del hueso es lo que se denomina fractura.
En niños, estas lesiones presentan características particulares comparadas a la de los adultos.
El hueso del niño, que está en constante crecimiento, es muy activo desde el punto de vista del metabolismo.
Si presenta una lesión como una fractura, puede ser estimulado o inhibido y puede dar como consecuencia deformidades o alteraciones en el crecimiento.
Si bien es una característica que puede jugar a favor en el tratamiento, ya que en ciertos casos permite una mayor tolerancia a la angulación o desplazamiento, también puede tener un efecto negativo, particularmente en los casos donde se lesionan los cartílagos de crecimiento.
La angulación y el desplazamiento se refieren a las características de la posición relativa de los fragmentos óseos después de una fractura.
Estos términos describen cómo los extremos de los huesos fracturados se desvían o se separan de su posición normal.
La angulación se refiere al ángulo formado entre los extremos de los fragmentos óseos en una fractura.
El desplazamiento, por otro lado, se refiere al grado de separación o desplazamiento entre los fragmentos óseos fracturados.
Clasificación de fracturas en pacientes pediátricos
Las fracturas pueden clasificarse de diferentes maneras, pero solo mencionaré las fracturas más comunes en niños:
Deformidades plásticas
En este tipo de fracturas, el hueso se deforma y cambia su forma, pero los fragmentos permanecen unidos. Esto ocurre sobre todo por la gran elasticidad que tiene la pieza ósea en pacientes pediátricos.
Fracturas en rama verde
Son fracturas incompletas, el hueso se agrieta y generan una curvatura en el mismo. Son frecuentes en huesos finos como los del antebrazo o clavícula.
Fracturas completas
En estos casos, el hueso se rompe completamente, separándose en dos o más fragmentos. Este tipo de fractura, es similar al adulto, aunque el periostio puede permanecer parcialmente intacto.
Fracturas fisarias
Este tipo de lesión ósea, está localizada en el cartílago de crecimiento o también llamada fisis. Es la más relevante de las fracturas, por el rol que tiene esta parte del hueso en el desarrollo y crecimiento del niño.
Características particulares del hueso en niños
La estructura ósea en los pacientes pediátricos presentan diferencias en relación con el adulto. A continuación, explico más sobre este punto:
Diferencias anatómicas
Los huesos de los niños presentan características únicas, están formados en gran proporción por un material cartilaginoso, lo cual los hace muy elásticos.
También presentan diferente grosor del periostio, el cual es la estructura encargada de proveer de una alta vascularidad al hueso pediátrico.
La presencia de cartílagos de crecimiento o fisis, los cuales se encargan del crecimiento longitudinal y transversal del hueso, su alta actividad metabólica lo convierten en zonas de debilidad susceptibles a lesiones.
Este es uno de los motivos por los cuales las lesiones ligamentarias y tendinosas a diferencia de los adultos son infrecuentes, ya que antes de que se lesionen estas estructuras, se lastima primero la fisis, que es la zona de mayor debilidad.
Por lo tanto, en el niño, su esqueleto se caracteriza por su elasticidad, que va disminuyendo hasta adquirir la estructura rígida característica del hueso adulto.
Diferencias biomecánicas
El hueso pediátrico es menos denso y más poroso, lo cual le confiere la capacidad de absorber una mayor cantidad de energía antes de fracturarse, tener deformaciones plásticas y evitar la propagación de fracturas.
Este es el motivo por el cual en los niños, en ocasiones, a pesar de no observarse una línea de fractura, con el tiempo se pueden observar deformaciones y fracturas incompletas (rama verde).
Metabolismo óseo
En los adultos, los huesos están en constante recambio óseo secundario a las demandas mecánicas del esqueleto y condiciones propias del metabolismo del calcio, ya que el hueso es el principal reservorio de calcio en el organismo.
En los niños, además de haber un recambio óseo constante, también hay un incremento en la longitud y grosor del hueso, así como una modificación con la edad en el perfil rotacional y angular, secundario a los cambios fisiológicos que tiene el cuerpo durante los diferentes momentos del crecimiento.
Entender el potencial de crecimiento (capacidad del hueso de crecer) y cómo actúan las fuerzas externas en el trauma pediátrico, es fundamental para establecer un adecuado tratamiento de las lesiones músculo-esqueléticas en los niños.
Tratamiento de fracturas en niños: qué tener en cuenta
Particularmente hay dos condiciones muy importantes que deben considerarse al abordar las fracturas en niños, ya que presenta un esqueleto inmaduro:
Presencia de afección del cartílago de crecimiento
Esta es una de las cuestiones más importantes que deben abordarse, porque el cartílago de crecimiento es el sitio donde ocurre el crecimiento del hueso, su integridad garantiza la preservación del potencial de crecimiento.
En caso de lesiones de esa zona, puede haber deformidades angulares/rotacionales y alteraciones en el crecimiento.
Tolerancia a la angulación y desplazamiento de la fractura
Debido a la capacidad de crecimiento del hueso en los niños, su posibilidad de remodelación es mayor que en los adultos.
Habitualmente se prefiere tener la mejor alineación posible, sin embargo, en algunos casos y dependiendo del potencial de crecimiento que se disminuye con la edad, se puede permitir cierta angulación y desplazamiento.
De acuerdo a la edad, hay ciertas tolerancias que debe conocer el traumatólogo pediatra para garantizar un adecuado crecimiento, lo cual es variable en cada hueso y segmento del mismo.
Condiciones que influyen en la recuperación del hueso
En términos generales, podemos decir que la capacidad de remodelación es la capacidad que tiene el hueso para cambiar su forma y estructura en respuesta a las demandas mecánicas y funcionales que se le imponen.
Este factor depende de las siguientes condiciones:
- Edad: a menor edad mayor será el crecimiento y capacidad de remodelación.
- Localización: es uno de los elementos importantes que se deben tomar en cuenta, ya que entre más cercana está una fractura del cartílago de crecimiento; siempre y cuando no afecte la articulación; mayor será su capacidad de remodelación.
- Dirección de la angulación: las deformidades que se encuentran en el mismo plano de rotación de la articulación tienen mayor capacidad de adaptación a la deformidad y remodelación.
Consulta con un especialista en ortopedia pediátrica
Debido a las diferencias anatómicas, biomecánicas y características del hueso en crecimiento, es fundamental que el tratamiento de las fracturas pediátricas se lleve a cabo bajo la supervisión de un especialista en ortopedia pediátrica.
Si vives en Ciudad de México, y si requieres de un especialista en fracturas pediátricas en CDMX, me ofrezco a recomendarte acerca de cuáles son las mejores opciones terapéuticas en casos de fracturas en niños.
Soy el Dr. Alejandro Dabaghi, contáctame si necesitas de mi ayuda. Con gusto los recibiré en mi consultorio, para un abordaje adecuado.
Es clave garantizar un tratamiento óptimo de tu hijo, que permita restablecer un crecimiento adecuado y evite secuelas a mediano y largo plazo, para lograr así la preservación de su salud.